lunes, 22 de febrero de 2010

¿Para qué escribe uno si no es para juntar su pedazos?


Frase de uno de los tipos que, para mi, mejor sabe juntar sus pedazos, que es Eduardo Galeano; que, de hecho, junta los pedazos de toda Latinoamérica en sus libros de una forma impresionante. Ojo que juntar pedazos no quiere decir que uno este roto...Al menos, no siempre. Escribir es como barajar y dar de nuevo, ponerle orden a las ideas, darles sentido, volcar en letras las mil y un cosas que pasan por la cabeza. Cuando escribo, tomo distancia. De repente esa Julieta que va, que viene, que disfruta, que se equivoca, que se ríe hasta que le duele la panza o que llora porque si esta más lejos. Veo la película de mi vida desde la última fila del cine, y todo tiene sentido. Entiendo más cuando escribo. Digo todo lo que no puedo decir. Vomito verdades. Me río de todo lo que me hace mal. Si tengo que juntar mis pedazos porque efectivamente estoy rota, es la forma más sencilla de armarme de nuevo, de volver a mi centro. Transformo el veneno en papel, como diría Soto. Y así como se transforma el veneno se transforman las cosas que me hacen bien, que me gusta decir, que me gusta pensar o sentir. Cuando escribo no le debo nada a nadie. No me importa. Sólo escribo. Las cosas las resolvemos la lapicera (o el teclado) y yo, nadie más. No se interpone nada. Y ahí es cuando me doy cuenta que todos mis pedazos encajan, y que por algo estoy hecha de esos pedazos. Me doy cuenta de que aunque a veces me castigo inútilmente amo cada pedazo de mi y de mi historia, que no reniego de nada. Que a veces los sentimientos los escupo escribiendo y no hablando, que así llego donde mi voz no llega. Pensando en todo esto, está mas que claro...¿Para qué escribir sino? Y con ese fin creamos este blog, para que todos nuestros pedazos en conjunto formen un todo.