martes, 30 de marzo de 2010

solo es cuestion de que dejes de entender que soy inentendible

En días como hoy le gustaría tener a quién culpar. Si a él a ella a mi al spm o a dios. Pero no cree en dios, ¿o si? No, no cree en dios. ¿Y qué si no hay un dios que quiera ser creído? Qué jodido che. Hubiese estado bueno tener a quien culpar, o tener en quien creer. Pero ni lo uno ni lo otro.

En días como hoy le gustaría no creer que esto siempre vaya a pasar.

En días como hoy le gustaría tener una burbuja que la cubra y haga que tenga una sonrisa cual mariana Fabiáni incrustada entre oreja y oreja. Y que sus dientes se vean así también, no le vengan a querer cagar dándole dientes chiquitos y amarillentos. No, no no. Quiere dientes bien grandotes y blancos, y que las comisuras de sus labios se estampen contra cada lóbulo de sus orejas. Eso quiere.

Pero no se los dieron

En días como hoy quisiera no entender lo que está entendiendo, quizás hay cosas que no duran entonces eternamente. Pero paremos ahí la mano, eso ya lo aprendimos en capítulos anteriores. No importa, el corazón tiene razones que la razón no entiende. ¿Quién dijo eso? No sabe, ahora no le viene a la mente. Malditas lagunas interminables.

En fin, en días como hoy siente que vuelve a ser chiquita y que está empezando a caminar de nuevo. La puta madre que precoz que fue para caminar. La puta madre nunca se termina de empezar de nuevo.

Entonces sus alas comienzan a desplegar y los ve alejarse cada vez más. Se suponía que siempre iban a estar. Pero así como todo, muere. No literal. Pero de alguna manera todo amor sabe acabar. Y se hacia la fuerte y se sentía orgullosa de saberse no participe de ninguna mitología, ni Edipo ni Electra ni freud tienen cabida en este entierro. Sus velas no arden por que creías dueña de una llama no prendida, de una vela no comprada y por ende no soplada. Creíase dueña de una libertad inexistente por no pender siempre del eterno hilo de la sagrada mitología, ni de la griega ni de la trinidad. Y amen a sus pensamientos erróneos y equívocos acerca de la libertad. Parece que al fin y al cabo freud tenía razón. Electra y Edipo existen hasta en dios. Un dios que ya no sabe si cree o si no, pero como dicen parece que existe, no sabe si dios, claro está, pero quien va a negar que Electra y Edipo siempre están. Aferrando sus garras mitológicas llenas de uñas largas a una vida eterna de velas, fogatas, entierros y salvaguardias..

Y sin piedad ni aviso las garras se empiezan a soltar, dejando tras ellas colgajos de piel cortada, rasguños y picadas. Y sangre. Y lagrimas. Y las alas otra vez vuelven a desplegarse, esta vez con más fuerza, y las garras salen volando. Y así.

Y así una vez más.

La continuidad de lo siempre vivido. El eterno retorno de lo reprimido, de lo pasado, de lo olvidado y recordado. De lo ni siquiera experimentado.

Toda la burbuja que antes formó explota con fuerza cuando las alas toman coraje para desprender. Y Edipo y Electra murieron esta vez, sin querer saber que vivieron con sus garras prendidas a la piel. Y el desprender de las garras duele tanto como verlos volar con sus alas, como ver a la burbuja caer. Como ver que en vez de ser ellos los que lloran por que aprendió a volar; es ese cuerpo parado y despreocupado, desprotegido y fingido el que derrama las lagrimas de la muerte de un pasado


María Luisa se detuvo en la puerta de la cocina y echó una mirada a la enorme pila de platos y demás utensilios que esperaban ser lavados. Con un suspiro se calzó los guantes de goma, abrió la canilla y dejó que el agua caliente cayera a chorros sobre las piezas de vajilla. Tomó la esponja y derramó una buena cantidad de detergente; pensó que debía comprar otra marca, esa no rendía demasiado. Llenó de agua caliente la sartén y la dejo en remojo, sobre la hornalla, para que la grasa se aflojara un poco y así no correr el riesgo de arruinar el teflón rasqueteando. Tomó con delicadeza cada una de las copas, y borró poco a poco las manchas de carmín de los bordes y las gotitas de vino que quedaban en el fondo. Después se ocupó de los platos: la grasa de la carne le dio pelea. Mucha espuma, un poco de fuerza, refregar, refregar, enjuagar. Lo mismo con los platitos de postre. El tiramisú había resultado un éxito, a todos les había gustado mucho. ¡Su cuñada incluso le había pedido la receta! Claro que él tuvo, como siempre, algo que decir: que le faltó frío, que mucho café, que mejor hubiera sido pedir helado. Pero así eran las cosas, día tras día y noche tras noche desde hacía 15 años. Sonrío mientras rozaba suavemente con la esponja las tacitas de café, esas que ella tanto quería y que, luego de semanas de observarlas en una vidriera, pudo por fin guardar en su alacena. Salvo por una un poco astillada, la porcelana lucía como nueva. Mientras deslizaba entre sus dedos las cucharas, la azucarera vacía, la fuente, notó la poca luz que había en la cocina. Sumado a que con los años estaba cada vez mas corta de vista, esa era la razón por la que más de una vez algunas manchas pequeñas, casi imperceptibles, se le escapaban. Le había pedido mil veces que cambiara la lamparita, casi tantas veces como le había pedido que arreglara la canilla, o que fuera a comprar pan, o que hiciera cualquier otro tipo de tarea doméstica. Él, sentado frente al televisor, se limitaba a contestar con un movimiento de cabeza o un gruñido y por supuesto, hacía caso omiso de sus reclamos. Frunció el ceño y estrujó la esponja: ya casi no quedaba detergente. Definitivamente tenía que cambiar de marca. Si, eso iba a hacer cuando fuera al supermercado temprano en la mañana. Mientras lavaba los cubiertos repasaba mentalmente las compras para el día siguiente: pan, jugo, leche, mermelada, queso. ¡Ah, y no se le fuera a olvidar pasar por la verdulería! Revisó minuciosamente cada cuchillo y cada tenedor. Le daba mucho asco encontrar alguna mancha en ellos, más que en cualquier otra pieza de la vajilla. Trajo la sartén y con mucha suavidad le pasó la esponja. La grasa, por suerte, cedió con facilidad y en pocos segundos la superficie de teflón quedó impecable. Solamente quedaba un cubierto por limpiar: la cuchilla, terriblemente sucia, yacía sobre la mesada. Le costó bastante trabajo, mucho detergente, refregar, refregar, enjuagar, más detergente, volver a refregar, enjuagar otra vez. La sangre seca se resistía a abandonar el acero, y luego sus guantes, y seguramente se resistiría a abandonar su ropa. Nada que una buena cantidad de jabón en polvo (y un buen quitamanchas) no pudieran remediar. Cerró la canilla y se quitó los guantes. Esa noche iba a dormir como un bebé. Probablemente él tenía varios reproches que hacerle con respecto a la cena, el atuendo que había elegido, el mantel, el centro de mesa o algún comentario que ella le hubiera hecho a su madre. Pero por primera vez en 15 largos años, Maria Luisa no tendría que escuchar sus gritos.

sábado, 27 de marzo de 2010

encomendarnos a esa nada que dejamos maniatada


-Rebelde hasta consigo mismo
-Digamos que…. ¿rebelde compulsivo?
-Algo así señor. Contradictorio, también
-Rebelde y contradictorio, entonces
-¿Entonces qué?
-¡¡¡Entré en inflación doctor!!!
-¿En inflación?, ¿por qué?
-Digo, hace unos meses era rebelde
-Si…
-Y ahora soy rebelde conmigo mismo, rebelde compulsivo y contradictorio. ¡¡Algo en mí está en alza doctor!!¡hay inflación hasta en mi personalidad!
-¿Pero qué le pasa Don José?
-Nada. Sólo estoy con inflación, ¿qué más? Así están las cosas doctor

Don José cerró los ojos y respiró profundo, vi desde lejos cómo las yemas de sus dedos se unían, se acariciaban lenta y pausadamente, una por una juntaron sus manos, y así se quedaron.

-Excelente…
-¿Excelente qué Don José?
-Nada, ahora que tengo inflación quisiera ser el Sr. Burns
-¿El Sr. Burns?
-El mismo. Y así poder sobrellevar mi economía en paz. Por economía también entendemos mi personalidad, ¿no doctor? Imagínese, hay inflación fuera y dentro de mí. Si yo fuera el Sr. Burns, podría sobrellevar todas estas alzas perfectamente. Tocar mis dedos y no sentir más que eso. Y tener la piel de tortuga en las yemas. Mis veinte yemas.
-Interesante punto de vista Don José
-Rebelde conmigo mismo, rebelde compulsivo, contradictorio y con inflación.
-Así es. Nos vemos la próxima sesión
-Excelente. Pero… ¿no hay solución?
-No Don José… “la locura es poder ver más allá”
-O mas acá…

sábado, 20 de marzo de 2010

Adorno, Horkheimer, Marcuse(con o sin Benjamin)


Una vez me llegó (y reenvié) un mail sobre el mate, sobre el lugar que ocupa en la vida de la gente, sobre la situación de estar sentado tomándose unos matienzos y bla bla bla, muy lindo. La cuestión es que hay una frase puntual de ese mail que se refiere a la primera vez que uno se toma un mate solo, y dice que cuando eso pasa "o estas muerto de amor, o estas muerto de miedo, pero por dentro hay revoluciones". Yo no soy de tomar mate sola, por lo general me pinta ponerme a cebar cuando estoy con otra persona, porque es como que con el mate la charla fluye y que se yo. Pero confirme ésta frase unas cuantas veces: si, cuando se toma mate solo, se esta muerto de miedo, de amor, o de ambos. Es algo raro... La última vez fue miedo puro, previo a un parcial. Tuve una regresión a mi primer parcial de CBC, estaba nerviosa, con sueño, histérica y que se yo que más y automáticamente puse el agua. Como si el mate pudiera lavarme los nervios, o hacer que de golpe se fijara todo el contenido de Comunicación I, que este de pronto fuera tan fácil de incorporar como el agua caliente. El muerto de amor es un poquiiiito mas complicado. Estoy convencida de que lo que uno intenta es ahogar las mariposas en su panza, reemplazar con el calor del mate el calor de la persona que no está, que no tenés, que extrañás, que necesitás o cualquier otro verbo que quieran poner.Como si ese matecito, uno solo, nos ayudara a entrar en razón, a dejar de sentir o, por lo menos, ordenar un poco las ideas que bastante se despelotan cuando nos pica el bicho (nadie puede mantener la cabeza fría cuando el corazón calienta motores) Por supuesto, nunca falta el mate del que anda muerto de las dos cosas...Porque morirse de amor y de miedo es una combinación bastante común, que tengo la suerte de decir que la experimenté una sola vez. El nudo en la panza te quema. No se si es miedo a perder o a ganar, a que te salga mal o a que te salga bien y te tengas que hacer cargo de semejante revolución sentimental, miedo a perderLO/LA, miedo a lastimarLO/LA, miedo a...miedo a todo, pongamosle. Porque cuando le tenes miedo al amor le tenes miedo a todo. Que loco que tantas cosas puedan entrar en un poquito de azucar y yerba. Y ahora me voy a tomar un te con mamá, porque hoy por suerte, ni muerta de amor, ni muerta de miedo.

martes, 16 de marzo de 2010

rebelde hasta consigo mismo

No es lo mismo lo que se dice que lo que se piensa o se hace.
¿Por qué nunca se terminó de decir o hacer lo que se piensa?, ¿en dónde queda todo lo que uno piensa?, ¿a dónde va?, ¿queda guardado para salir en algún momento sin que nosotros lo queramos? O sea, ¿saldrá todo eso en algún momento sin que lo pretendamos?
Es muy loco no terminar de expresar lo que se cree en realidad, lo que se piensa. Actuamos atados al que dirán, actuamos atados a lo que está de moda, a lo que te llevan a hacer, a lo que se está acostumbrado. Pero no sé si realmente alguna vez se actúa haciendo lo que uno realmente piensa, lo que realmente siente, ¿de dónde sale y hacia dónde va lo que se siente, lo que se piensa y lo que no se puede concretar?
¿Cómo sabemos si lo que estamos haciendo es lo que realmente queremos? ¿Qué sentimos cuando lo hacemos?, ¿cuál es el momento justo en el que uno dice “SI!!” y siente la felicidad? (o eso que se piensa que es felicidad). Esa extraña sensación que recorre todo el cuerpo, que genera ganas de gritar, de correr, de bailar, de besar. Eso que quiere explotar al mismo tiempo, que quiere romper tus venas, estallar tus huesos y abrir paso a tus poros y salir por la piel. Gritar, correr, bailar, besar. Sin tiempo. De una. Sin importar nada más que ese momento. Tu momento.
Y después resulta casi imposible explicarlo. Pensar en ello no hace que lo vivas tal cual fue, se vuelve algo utópico, algo que no tiene comparación con lo que fue, que no tiene comparación con lo que sentiste, dijiste o hiciste en ese momento. Pero entonces, ¿qué fue eso? ¿Acaso eso es la felicidad?, ¿un momento?, entonces… ¿es que ser feliz se resume a un instante en el que se hace lo que realmente se piensa y se siente?
Simplemente un momento, un algo en el que no sabes bien qué es lo que está pasando, no podes explicarlo. Y no podes parar de reír, y te duele todo por hacerlo. Pero va a pasar. Como todo, sea bueno o sea malo, pasa. Lo recordamos, sí, pero pasa. Aunque pretendamos que quede grabado tal cual fue, que se fije en algún recoveco de nuestra mente, con todo lo que significó, sin evadir ni olvidar detalle. Que quede allí, escondido, para poder ser revivido.
Entonces reducimos felicidad a libertad. A poder hacer lo que realmente se piensa y se siente, guardarlo, encerrarlo, prohibirle la independencia de irse volando para luego poder abrir la jaula con cuidado, dejar pasar lo que fue, darle su lugar, su libertad y transformar un recuerdo en felicidad. Y entonces somos felices. Y somos libres.
¡¡Cuidado!!, quién sabe, quizá fue un orgasmo…


"Le pregunto a mi ser donde quiso ir hoy,por que no le entendi, por que se me escapo, y me resulta cruel que ande sin mi razon. de repente se fue y ya no lo vi màs y a las horas volvio por y la tregua y la paz y no se como hacer pa corregirle el compas"

domingo, 14 de marzo de 2010

Viejos tiempos de adicción

¿Qué es más divertido, ser Tom o Jerry?
Divague divague..pensar, analizar, volver a pensar. Gato y ratón, gato y ratón, todo el tiempo, constantemente, de aca para alla, de allá para aca. Vas, venís, volvés- Girás. Te perseguís tu propia cola. Te mordés el labio, rechinás los dientes, te volvés a morder.Lo seguís. y te sigue. Se huelen, se intuyen. se esquivan. Saltas, cerrás los ojos, amortiguás la caída. NO PENSAS, respirás, contás hasta 10, volvés a pensar. La conciencia te pesa, te asfixia. Dormís...te despertás, porque otra no queda. Pestañeas. El sol lastima...es ese dolor que todo aquel que abre los ojos siente, sufre, hasta que llora. Corrés, LO corrés, le pisás los talones. Transpirás, te agitás, y de pronto caminás. Van a la par pero no se dan cuenta. Espalda contra espalda...se siente la respiración, los latidos del corazón que protesta, que no quiere estar encerrado, que tiene sed. La sed hace alucinar, seca la garganta, y en una garganta seca no corren las palabras. Se clavan en la lengua como alfileres. No salen, no suenan, no se dicen. Y esas ganas de escupirlas son brutales. Decidís. Te das la vuelta. Los dientes bu
scan hundirse en la yugular, cortar de raiz, hacer sangrar. Pero nunca llega el sabor a sangre. Ni una gota calma la sed. Las manos no rozan la piel, se cubren de polvo. ¿Cómo adaptarse al polvo si un día se tuvo entre las manos piel? El viento helado corta el aliento ahi donde otro aliento una vez dió calor. Ya no hay más que preguntar, se desea y se calla.
Y al final...¿qué es más divertido? ¿Cómo saberlo si uno no sabe cuál le toca ser?¿Sos Tom o sos Jerry? No es fácil ser cazador...tampoco ser la presa.Y NO SIEMPRE podés elegir
Pido gancho!

viernes, 12 de marzo de 2010

Era una tarde de Abril, tal vez fueron dos tardes de Abril, tal vez más.

Era una tarde Abril, el 2 o el 3 o 12, tal vez fue Mayo, o Junio. Tal vez no fue. Ya no importa. Ya no más.

Entro victoria y se sentó. Frente a ella se sentó la otra Victoria, como siempre, como nunca. El cuarto parecía más grande que antes, las paredes más blancas, el piso más frío. Siempre nos sentábamos en el piso. La cama a un costado, esperando, ansiosa, que alguien decida dar el primer paso para ir a dormir, para usarla de una vez, no tenía sentido su presencia ahí, nunca lo tenía.

Entraron, entramos, nos sentamos, hablamos.

A: - Estas loca

B: - Siempre decís que estoy loca, cambia de técnica querès

A: - Y si lo estás. Mirà lo que haces, ¿qué querès que diga?no puedo decirte nada más

B:- Entonces no digas nada, quédate callada, no me mires y menos que menos me toques

A:- ¿Qué pasó?

B:- Qué te importa

A:- Sabes que me importa loca, ¿qué pasó?, ¿qué hiciste ahora? ¿Salió mal no?

B:- Qué te importa, estoy loca

A:- Déjate de joder. A mí con eso no me corres. Explícame

B:- No quiero

A:- Ves, siempre igual vos. Explícame qué pasó. ¿En qué quedó lo que hablamos?

B:- ¿Hablamos sobre lo que tenía que pasar? ¿Cómo sabes que no pasó o que no esta por pasar?

A:- Ves que estás loca, no te entiendo, nunca te entiendo, te la pasas hablando y dando vueltas y no te logro entender

B:- No me importa

A:- Si te importa, si no, no te la pasarías llamándome para ver qué pienso

B:- ¿Vos pensàs?

A:- Sí, termino pensando siempre por vos

B:- Ah

A:- Dale loca, ¿qué pasó?

B:- No quiero contarte

A:- Qué pasó qué pasó qué pasó. Loca loca loca loca

B:- Voy a terminar creyendo que estoy loca

A:- Lo estás

B:- ¿Cómo sabes?

A:- Porque lo sé

B:- ¿Porqué lo sabes?

A:- Porque no podes pensar sin mi. ¿Qué pasó?

B:- Seguí jodièndome así. Vas a terminar peor que yo

A:- Estamos perfectamente jodidas las dos, lo sabes.

B:- ¿Qué puedo saber yo? Si no pienso sin vos. Estoy loca

A:- ¿Ves? ¿Ves? ¿Ves? ¿Te das cuenta? Ni siquiera pensas, no razonas, todo lo que decís lo sacas de mí

B:- Para eso te llamo

A:- Porque no podes sin mí

Las miradas permanecieron perdidas en un espacio inalcanzable durante un tiempo indefinido. Apagó el cigarrillo. Prendió otro. Tomó café. Apagó el cigarrillo. Prendió otro. Así durante un largo tiempo en el que nada ocurrió. Nada.

B:- ¿Sabes por qué no puedo sin vos?

A:- ¿Por qué?

B:- Porque estoy loca. No se que hacer. Y si, tenès razón, ya pasó. Lo hice

A:- Tenía razón, loca. Tenía razón lo hiciste, estás loca, no puedo confiar en vos

B:- No puedo confiar en mi

A:- Y yo ni en mi ni en vos y menos que menos en alguien más

B:- ¿Y ahora qué hacemos?

A:- Lo que quieras. Estamos locas

B:- Vos estas loca

A:- Si yo lo estoy, vos más.

Pega fuertemente su mano blanca y escuálida contra el suelo frío y movedizo, se la agarra, la mira. Una lagrima comienza a caer de los ojos más grandes que hay en este mundo, una lagrima que tiene un dolor tremendo en su ser. Agarra la mano, la besa con lo que queda de unos labios empalidecidos y secos de tanto fumar. La deja caer lentamente. Apaga el cigarrillo. Prende otro.

A:- Contame cómo fue

B:- Nada, simplemente lo hice

A:- ¿Cómo lo hiciste loca?

B:- Me estiré, lo agarré y corté. No hay mucha ciencia en el tema

A:- Si que la hay

B:- ¿Por qué?

A:- Porque cuando no me llamas es cuando lo haces

B:- Te llamo porque lo hice

A:- No entiendo

B:- Yo tampoco

A:- No entiendo no entiendo no entiendo no entiendo. Loca

B:- ¿Me vas a escuchar?

A:- ¿Para qué mierda me llamaste? ¿Podes hablar?

B:- Siempre es igual, siempre es igual. Callate callate callate.Necesito contarlo. Gritarlo a los cuatro vientos, que el mundo se entere. No puedo seguir así con esta culpa que siento, no está bien, no está bien, ¿por qué lo hicimos? Está mal mal mal, muy mal, estamos pésimo. Loca

A:- Por algo se empieza loca. Contà

B:- No quiero ahora

A:- Voy a terminar clavándote el cuchillo en el centro del pecho si no hablas

B:- Hacelo

A:- Es lo que quiero. Pero primero habla

B:- No soporto más esto. ¿Vos sos yo, o yo soy vos? ¿Lo hiciste vos o lo hice yo? ¿Quién fue?

A:- Las dos

B:- Siempre las dos, como antes, como ahora, como siempre. Sólo que ese siempre está llegando a su final.

El esqueleto delgado y flácido se acuesta sobre el frío piso, se retuerce y llora. Llora y llora hasta que no aguanta más. Ríe ríe ríe ríe.

B:- ¿Por qué lloras?

A:- ¿Por qué reís?

B:- Si vos lo haces, es porque yo lo hago

A:- lo estamos haciendo juntas, date cuenta.

B:- sí, ya me di cuenta. Al fin me di cuenta

A:- OK, lo hiciste entonces

B:- Sí, lo hice. Y ahora lo vamos a hacer juntas otra vez. Y ésta es para siempre

A:- ¿No hay vuelta atrás?

B:- No

A:- ¿Segura?

B:- Nunca lo estuve más

A:- Explícame cómo lo haremos

B:- Ya lo sabes. Date cuenta vos ahora, lo hicimos juntas antes. Lo vamos a hacer ahora. No existís afuera, existís adentro. Sos yo. O yo soy vos. Eso es algo que no sé, pero no quiero saberlo ahora tampoco

A:- Hagámoslo

Como la última vez, como la primera vez, como antes, como ahora, como nunca más, el cuerpo delgado se estira sobre el piso frío, agarra el cuchillo y corta. Cortamos la capa de piel, la última y más finita que nos queda para no volver atrás nunca más. Nadie oirá, nadie llamará, a nadie le importará.

B:- Primero la pierna, después el brazo, el otro brazo también. Al pecho directo, sin dolor ni placer, sin risa ni llanto, sin meditación.

A:- Como siempre quisiste. Como siempre quise.

B: - Como siempre quisimos

El cuerpo escuálido tendido en el frío piso se hirió. El cuchillo afilado provocó la hemorragia más grande que tuvimos, una pierna sangró, dos brazos colgaron, un pecho se hundió. Nunca fue ella, nunca fui yo. Siempre fuimos las dos. Una. Las dos. Una. Ya ni una, ya ni dos. Soledad.

martes, 9 de marzo de 2010

Y hoy resulta que ayer, la princesa se hizo reina...

Ella está loca
Es ansiosa, muy ansiosa
Espera, y se desespera
Se muerde las uñas que es el hábito horrible que tiene desde chica y que por mucho que lo intenta no se puede quitar. Se refugia en chocolate...por un ratito. Se refugia en alcohol...y no tiene sentido. Tiene un nudo en la garganta y trata de desatarlo de mil maneras, y ya no sabe que inventar. Y se la ve tan fuerte, y cualquiera diría que no necesita nada. Ella va a seguir jugando ese papel. Detrás de la máscara no hay más que miedo. El miedo no es un buen amigo, pero la sigue como si fuera su sombra. Y ella camina, y lo arrastra, y le aprieta el estómago, le impide gritar. En noches como hoy, hasta le impide respirar. Lo que ella no entiende es que mientras ella congela los segundos intentando entender TODO, la vida sigue y ella se queda parada en un costado. No es conciente de que se le exige que lea e interprete a tipos brillantes, de que se le exige responsabilidad, de que está haciendo lo que siempre soñó y pierde el tiempo en darse la cabeza contra la misma pared, una vez, y otra, y otra. Y eso porque tiene MIEDO. Porque tiene tanto miedo a romper esa cadena que la ata a la pata de la cama y no la deja ser, no la deja estar.
Lo curioso de todo esto, es que ella es feliz...y sabe que es feliz. Pero cada tanto juega a ponerse una venda en los ojos. Pasa que es más fácil vivir sin saltar de tanto en tanto un precipicio. Claro que es fácil: lo que no es es divertido. A tal punto es aburrido que ella está rogando que la empujen. Porque cuando la empujen va a volar, lo sabe...Lo sabe...Pero sigue esperando.

...limando los barrotes, mordiendo las cadenas



Y esa fué la última vez que necesité transformar el veneno en papel
Y volé. y jamás regresé.

domingo, 7 de marzo de 2010

libre albedrio. odio los titulos

me gustaria saber como se supone que tengo que empezar a largar lo que mi cara no quiere mostrar. me gustaria decir que estoy reprimiendo absolutamente todo lo que creo sentir y lo que creo que estoy escondiendo, mandando bien al fonde de vaya uno a saber que parte de mi cuerpo, suelen decirle subconciente, eso creo que es, no se no tengo ganas de pensar. que suerte que mis dedos se saben de memoria este teclado como para poder escribir y no pensa ni siquiera en las letras que tengo que tocas, y que mi sojos se fijen lentamente en la pantalla y se vayan perdiendo. capaz logre llorar. no quiero llorar no se que quiero, ya sabia que esto iba a pasar. es loco igual. loco igual . y si yo tambien tuviera mi mundo de fantasia?? y si puediera escaparme ahi en momentos comoo este? seria genial G E N I A L. pero no es asi, y tengo esto. y que bueno que tengo esto, po ruq eno conozco otra forma sana de liberarme. y no puedo hacer uso de ninguna impureza de la naturaleza por que algo hizo que en estos momentos en los que mas necesito no ser yo tengo que ser enteramente yo. me cago en vos. me cago en mi. me cago en todo. uau es genial mis ojos no parpadean y sigo escribiendo. me acuerdo cuando estaa en octavo y la profesora me sacaba de estos estados. estoy TILDADA señores T I L D A D A. la hija de puta hacia sonar sus dedos y me decia "volve marina volve" no quiero volver no ves???? capaz alicia tiene su pais de las maravillas y su sombrerero en la segunda parte fumanchera. yo no soy alicia y no tengo mi sombrerero pero me puedo tildar y no parpadear y escribir asi sin ver y dejarme volar. si me viera ahora la profesora de octavo año que diria. que diria mis amigas que tanto se rien de este estado mio. pero es genial. si es mi pais de las maravillas, si pudiera tomar tomaria si pudiera fumar fumaria. pero vas a dejar que un imbecil arruine tu momento una vez mas? no. entonces que haces. no se esto ya no me esta gustando no se si estoy cnalizando o si espoy pelotudeando, quiero llorar creo. no, no quiero llorar. deberia hacer una historia de 8 hojas y mucho llanto cada vez que me pase algo? seria genial , sacaria el libro de los mil corazones heridos ja ja. JA JA AJJAJAJJAJAJAAAAAAAAAAAAAAAAA. asi me reiria, pero no tengo muelas asi qu eno puedo abrir la boca. y por ahi esto no esta tan mal despues de todo, son mis ideas, las estoy dejando en libertad. y como me gustaria tenerte en frente y putearte. LA PUTA MADRE QUE TE RE MIL PARIO. algo asi seria con cara de furia, o con cara de shrek no se, no voy a abrir el msn no me hinchen las pelotas estoy canalizando . vaayan a ver los oscar y no me jodan a mi jajajaj jajajaja eso tambien diria. que mas diria? ah ya no importa, es una re mil mierda todo lo que pueda decir o callar, tan solo dejo q mi mente le diga a mis dedos q hacer. bueno ideas me canse.


Y ESTO NO TIENE NADA QUE VER CON LO QUE VI. eso me molesta mas todavia, por que no escribo con respecto a eso?. no se, si alguien puede ayudarme,que lo haga.
bueno ideas. me canse

sábado, 6 de marzo de 2010

Candombe de resacas


Ante todo hay que aclarar que nunca fui normal; es decir, nunca encajé al 100% con aquellos parámetros que la sociedad define como "normalidad", y probablemente nunca quise hacerlo. Cuando era chica, no jugaba con barbies sino con osos de peluche. Leía mucho (a veces pienso que más que ahora), me daba miedo treparme a los árboles y no comía salchichas. Son ejemplos vagos, pero la realidad es que mi anormalidad (mi originalidad, me gusta decir) se potenció con los años y no me resultó raro pasar de creer en príncipes azules (porque todas las nenas alguna vez creímos en ellos) a convertirme en una cínica perfectamente consciente de lo rápido que destiñen.
Entonces, mi anormalidad se reinventó: ya no era una nena rara, sino una mina rara, complicada, trolamaleducadaforra, etc. Fue durante años la única forma de protegerme de eso que todos llamaban amor y que yo sólo veía en la forma de celos absurdos, verdades mentirosas y, por sobre todo, una jaula
Los placeres te acortan la correa, y vos que te pensas un indomable
Indomable. Qué lindo sentirse indomable, inalcanzable, impredecible
...a hard woman, imposible to put off
...Sí, yo sé que me mentía. Y él sabía que yo sabía que me mentía. Y yo sabía que él sabía que yo sabía que me mentía. Y le respondía con la verdad, cruda, en la cara:
"Vos no me importás, yo no te importo...Nada más perfecto que eso."
A bitch, a lover (a child, not yet a mother), a sinner, a saint
I DO NOT FEEL ASHAMED
Por mucho tiempo ,esa fue mi forma más perfecta de armonía. Era jugar, solo jugar.
En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte...
QUIERO JUGAR gritaba Andrea del Boca en 100 veces no debo, y yo la entendía.
Con el alba tendrás que marcharte, para no volver
Jugar con un fuego que a mí no me quemaba.
Olvidando que me has conocido...
(Qué sencillo en Mar del Plata, en Monte Hermoso, o acá a dos cuadras)
que una vez estuviste en mi cama
(YA QUISIERAS)
HAY CAPRICHOS DE AMOR QUE UNA DAMA NO DEBE TENER
Como toda señorita, yo era bien histeriquita, era una ola en el mar
pero el siempre 5 para el peso, siempre abrazo nunca un beso lo tuvo otro (y ahora, por suerte, ni torta ni pan)
Confortably numb, o al menos eso creía yo.
Tantos años construyendo una pared, tantos años de perfeccionar la técnica para ser una inigualable zorra, ¿y todo para qué? Para verte, dejarte entrar, cerrar la puerta y elegirte.
No es que no tenga corazón...es que hace rato no lo escucho

viernes, 5 de marzo de 2010


ok, en honor al taller del año pasado, estuve revisando los escritos que quedaron guardados en mi pc luego del terrible accidente que tuvimos que enfrentar juntas... lastima haber perdido los resultados de mas de una catarsis, pero bueno ya vendran mas. asi que aqui esta, mi autobiografia, la primer creacion que salio gracias a ese taller que ayudo a las ideas de marina a encontrar de alguna forma donde ir cayendo, donde irse quedando, a que irse aferrando...

Reflejo de Moro exacerbado. Esa debe haber sido una de las primeras frases con las que asustaron a mi mama desde mi nacimiento. Si mi miedo a parir se acentúa cada vez que veo algo referido al tema en la televisión, mas se agranda al oír el relato de mi mamá cuando me cuenta cómo logro traerme a la vida.
13 de Octubre, una fecha bastante complicada elegí para adelantar el parto. Papá teniendo un mes triste, conmemorando, y valga la redundancia, a su papá. Ella, dolorida, en cama. 12.00 del mediodía, ni un minuto más, ni un minuto menos. Parece que prácticamente mi madre logro algo imposible. Sangre, mucha sangre. Gritos, miedos, corridas, llamados. Entre todo ese caos llegue yo .Gracias a su bloqueo ante el pánico llegue yo. Gorda estás bien, La gordita está sana, pero tiene el reflejo de Moro exacerbado. Cuidado. Primer miedo. Primer miedo no aprendido, primer sobresalto. Así empezó mi vida, sobresaltada, con un padre atónito, y una madre a quien debo agradecerle haber bloqueado el pánico. ¿Cómo le discutís a cuatro años de terapia que de vez en cuando bloquear la realidad no es tan malo?
Viví en lo de mi abuela, viví en una quinta, viví en una casita reformada y vuelta a reformar varias veces desde la llegada de mis hermanos. Me mude dos veces, de la quinta a la casita, de la casita a mi casa actual. Pero después de vivir en un mismo lugar sin desarmar algunas cajas ni tirar viejos libros, cuadernos y cartas durante muchos años, puedo decir que hace unos días me instalé. Tiré lo viejo, con dolor y nostalgia, y le abrí lugar a lo nuevo, con más nostalgia aún. Hay quienes dicen que fue un gran paso hacia la maduración.
Dos hermanos menores, son mi vida. Muchas mascotas, muchos entierros de mascotas, muchas vacaciones, viajes y excursiones. Una lista interminable de amigas y amigos. Recuerdos imborrables de una infancia prácticamente fantástica.
Toda mi vida en la misma escuela, con los mismos amigos y compañeros. Gente que entra, que se va, algunos para siempre, otros que todavía están y otros que aparecen como por arte de magia cuando menos lo imaginas.
Casi sin tiempo, una infancia y adolescencia bastante ocupada, colegio, ingles y danzas se llevaban mi tiempo libre. Siempre me quejaba. Hoy lo agradezco, la danza le da sentido a mi vida, si no bailo no existo. Mis amigos le dan sentido a mi vida, si no están no estoy. Aunque aprendí a lidiar con la soledad, será siempre parte de mi vida, desde que nací y para siempre. Marina Soledad.
Muy sensible, muy apegada a las personas que me rodean, muy chismosa y a veces bastante entrometida. Cuatro años de terapia llevan a separar lo tuyo de lo ajeno, a distinguir entre ayudar e involucrarte, a no hacerte mal.
Ame una vez, con locura, con todo lo que tenia a mi alcance amé. La relación más perfecta que jamás imagine. Así va a quedar en mi memoria, nadie lo va a cambiar.
Me enfrento a situaciones complicadas cada vez que intento plasmar las millones de cosas que mi mente fabula. Situaciones, lugares, charlas, vivencias, todo tipo de fantasías se me cruzan por la cabeza y hacen que llegue a creer que estoy loca, que hablo sola y hasta a veces logran aislarme por completo del mundo. Hasta que me doy cuenta de que estoy ahí. Sentada, parada, viajando, escuchando. Y tengo que bajar. Ese cable a tierra logra hacerlo la escritura. Ese vuelo infinito la lectura. Así es que cada vez que el insomnio intenta hundirme en la desesperación, la molestia y la inquietud me veo parada frente a la enorme biblioteca de mi casa viendo que más puedo leer, viendo qué historia va a ser la encargada de sacarme de mi realidad y llevarme a otra, a otra que no me incluya, pero que por algún motivo extraño me termina reflejando. Y llego a verme en muchos lugares, en diferentes situaciones de vida, con distintos sueños y esperanzas. Esperanzas que, aunque a veces trate de reprimir y bloquear, siguen siendo parecidas a las reales. Similares, casi iguales. Y pensar que pensando que no se puede se logra lo que se quiere. No siempre es así, tal vez no querer ver lo que soy y lo que puedo me lleva a lo que realmente puedo dar, hacer y sentir. A veces es tanto más sencillo.

lunes, 1 de marzo de 2010


Cuando mi cabeza se harta de hilar e hilar pensamientos es cuando explota y dice basta. Y eso que sale de aquella explosión es lo que marina plasma. Escribir es ser yo, es dejarme llevar y ni siquiera pensar. Una vez que mi mente estalló, ya no hay pensamiento que valga. Es como si mi mano supiera naturalmente lo que tiene que hacer. No se frena. No se estanca. Agarra la birome, o la pc, y no se para. Es un momento único, es como recordar un sueño apenas te levantas, y una vez que pasa…pasa. Muchos hablan de inspiración, que a la hora de escribir, yo también la espero. Pero no es en esos momentos cuando llega. Las ideas salen cuando menos lo espero, me agarran desprevenida y me sujetan a la pequeña agenda que llevo siempre conmigo .En cada texto que escribo estoy yo, en cada renglón, palabra, metáfora o ironía hay un dejo de marina; esa parte que no se acostumbra a ser, esa parte que no quiero ver, ese recuerdo que plasmo para luego comenzar a borrar, esa historia o personaje que invento para pasarle a otro lo que siento. Y a eso se resume, a inventar, a unir realidades llenas de fantasía que no son mas que la vida misma. Mi vida quizá….