viernes, 5 de marzo de 2010


ok, en honor al taller del año pasado, estuve revisando los escritos que quedaron guardados en mi pc luego del terrible accidente que tuvimos que enfrentar juntas... lastima haber perdido los resultados de mas de una catarsis, pero bueno ya vendran mas. asi que aqui esta, mi autobiografia, la primer creacion que salio gracias a ese taller que ayudo a las ideas de marina a encontrar de alguna forma donde ir cayendo, donde irse quedando, a que irse aferrando...

Reflejo de Moro exacerbado. Esa debe haber sido una de las primeras frases con las que asustaron a mi mama desde mi nacimiento. Si mi miedo a parir se acentúa cada vez que veo algo referido al tema en la televisión, mas se agranda al oír el relato de mi mamá cuando me cuenta cómo logro traerme a la vida.
13 de Octubre, una fecha bastante complicada elegí para adelantar el parto. Papá teniendo un mes triste, conmemorando, y valga la redundancia, a su papá. Ella, dolorida, en cama. 12.00 del mediodía, ni un minuto más, ni un minuto menos. Parece que prácticamente mi madre logro algo imposible. Sangre, mucha sangre. Gritos, miedos, corridas, llamados. Entre todo ese caos llegue yo .Gracias a su bloqueo ante el pánico llegue yo. Gorda estás bien, La gordita está sana, pero tiene el reflejo de Moro exacerbado. Cuidado. Primer miedo. Primer miedo no aprendido, primer sobresalto. Así empezó mi vida, sobresaltada, con un padre atónito, y una madre a quien debo agradecerle haber bloqueado el pánico. ¿Cómo le discutís a cuatro años de terapia que de vez en cuando bloquear la realidad no es tan malo?
Viví en lo de mi abuela, viví en una quinta, viví en una casita reformada y vuelta a reformar varias veces desde la llegada de mis hermanos. Me mude dos veces, de la quinta a la casita, de la casita a mi casa actual. Pero después de vivir en un mismo lugar sin desarmar algunas cajas ni tirar viejos libros, cuadernos y cartas durante muchos años, puedo decir que hace unos días me instalé. Tiré lo viejo, con dolor y nostalgia, y le abrí lugar a lo nuevo, con más nostalgia aún. Hay quienes dicen que fue un gran paso hacia la maduración.
Dos hermanos menores, son mi vida. Muchas mascotas, muchos entierros de mascotas, muchas vacaciones, viajes y excursiones. Una lista interminable de amigas y amigos. Recuerdos imborrables de una infancia prácticamente fantástica.
Toda mi vida en la misma escuela, con los mismos amigos y compañeros. Gente que entra, que se va, algunos para siempre, otros que todavía están y otros que aparecen como por arte de magia cuando menos lo imaginas.
Casi sin tiempo, una infancia y adolescencia bastante ocupada, colegio, ingles y danzas se llevaban mi tiempo libre. Siempre me quejaba. Hoy lo agradezco, la danza le da sentido a mi vida, si no bailo no existo. Mis amigos le dan sentido a mi vida, si no están no estoy. Aunque aprendí a lidiar con la soledad, será siempre parte de mi vida, desde que nací y para siempre. Marina Soledad.
Muy sensible, muy apegada a las personas que me rodean, muy chismosa y a veces bastante entrometida. Cuatro años de terapia llevan a separar lo tuyo de lo ajeno, a distinguir entre ayudar e involucrarte, a no hacerte mal.
Ame una vez, con locura, con todo lo que tenia a mi alcance amé. La relación más perfecta que jamás imagine. Así va a quedar en mi memoria, nadie lo va a cambiar.
Me enfrento a situaciones complicadas cada vez que intento plasmar las millones de cosas que mi mente fabula. Situaciones, lugares, charlas, vivencias, todo tipo de fantasías se me cruzan por la cabeza y hacen que llegue a creer que estoy loca, que hablo sola y hasta a veces logran aislarme por completo del mundo. Hasta que me doy cuenta de que estoy ahí. Sentada, parada, viajando, escuchando. Y tengo que bajar. Ese cable a tierra logra hacerlo la escritura. Ese vuelo infinito la lectura. Así es que cada vez que el insomnio intenta hundirme en la desesperación, la molestia y la inquietud me veo parada frente a la enorme biblioteca de mi casa viendo que más puedo leer, viendo qué historia va a ser la encargada de sacarme de mi realidad y llevarme a otra, a otra que no me incluya, pero que por algún motivo extraño me termina reflejando. Y llego a verme en muchos lugares, en diferentes situaciones de vida, con distintos sueños y esperanzas. Esperanzas que, aunque a veces trate de reprimir y bloquear, siguen siendo parecidas a las reales. Similares, casi iguales. Y pensar que pensando que no se puede se logra lo que se quiere. No siempre es así, tal vez no querer ver lo que soy y lo que puedo me lleva a lo que realmente puedo dar, hacer y sentir. A veces es tanto más sencillo.

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