sábado, 20 de marzo de 2010

Adorno, Horkheimer, Marcuse(con o sin Benjamin)


Una vez me llegó (y reenvié) un mail sobre el mate, sobre el lugar que ocupa en la vida de la gente, sobre la situación de estar sentado tomándose unos matienzos y bla bla bla, muy lindo. La cuestión es que hay una frase puntual de ese mail que se refiere a la primera vez que uno se toma un mate solo, y dice que cuando eso pasa "o estas muerto de amor, o estas muerto de miedo, pero por dentro hay revoluciones". Yo no soy de tomar mate sola, por lo general me pinta ponerme a cebar cuando estoy con otra persona, porque es como que con el mate la charla fluye y que se yo. Pero confirme ésta frase unas cuantas veces: si, cuando se toma mate solo, se esta muerto de miedo, de amor, o de ambos. Es algo raro... La última vez fue miedo puro, previo a un parcial. Tuve una regresión a mi primer parcial de CBC, estaba nerviosa, con sueño, histérica y que se yo que más y automáticamente puse el agua. Como si el mate pudiera lavarme los nervios, o hacer que de golpe se fijara todo el contenido de Comunicación I, que este de pronto fuera tan fácil de incorporar como el agua caliente. El muerto de amor es un poquiiiito mas complicado. Estoy convencida de que lo que uno intenta es ahogar las mariposas en su panza, reemplazar con el calor del mate el calor de la persona que no está, que no tenés, que extrañás, que necesitás o cualquier otro verbo que quieran poner.Como si ese matecito, uno solo, nos ayudara a entrar en razón, a dejar de sentir o, por lo menos, ordenar un poco las ideas que bastante se despelotan cuando nos pica el bicho (nadie puede mantener la cabeza fría cuando el corazón calienta motores) Por supuesto, nunca falta el mate del que anda muerto de las dos cosas...Porque morirse de amor y de miedo es una combinación bastante común, que tengo la suerte de decir que la experimenté una sola vez. El nudo en la panza te quema. No se si es miedo a perder o a ganar, a que te salga mal o a que te salga bien y te tengas que hacer cargo de semejante revolución sentimental, miedo a perderLO/LA, miedo a lastimarLO/LA, miedo a...miedo a todo, pongamosle. Porque cuando le tenes miedo al amor le tenes miedo a todo. Que loco que tantas cosas puedan entrar en un poquito de azucar y yerba. Y ahora me voy a tomar un te con mamá, porque hoy por suerte, ni muerta de amor, ni muerta de miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario